''Pensar es fácil, actuar es difícil, actuar como se piensa es lo más difícil''.
Goethe
Pensar es examinar algo en la mente antes de ponerlo en práctica, actuar es comportarse de una manera determinada. Ambas son cosas que hacemos cada instante en nuestro día a día. Pensar es algo exclusivo del cerebro, algo de lo que solo se entera quien lo hace, en cambio actuar supone poner en movimiento otras partes de nuestro cuerpo. Por lo general, una acción provoca una reacción e influye en lo que nos rodea.
En una ocasión hablaba con unos amigos acerca de la frase: “Del dicho al hecho, hay mucho trecho”, todos estuvimos de acuerdo en que era cierto. Esto se debe a que en nuestra mente, tenemos pensada la forma ideal de hacer las cosas, como deberíamos ser, como deberían ser los demás… Pensar antes de actuar, supone detenernos y analizar las consecuencias de la acción que vamos a realizar. Vivimos en un mundo tan ajetreado que en ocasiones no nos tomamos el tiempo de meditar.
Es muy fácil presentar a los demás, una persona diferente de lo que somos realmente. Actuar como se piensa implica ser autentico, real, expresar y hacer todo lo que pensamos sin miedo a la reacción de los demás. El “qué dirán” se convierte en algo sin relevancia para nuestras vidas. Si tenemos confianza en nosotros podremos hacer una conexión Pensamiento-Acción. Para actuar como se piensa se necesita valor y humildad para reconocer que no somos perfectos, así que nuestras acciones no siempre serán las correctas.
Por: Saray Figuereo
